En el palacio de un noble tarraconense, tenían un grave problema con una plaga de ratas. Una vez el Rey vino a visitarle a su casa y cual sería su sorpresa al ver cientos de ratas rondando entre la copiosa comida, causando el horror en las damas y el asco del Rey, hasta tal punto, que juró no volver hasta que desapareciera el problema.
El noble no sabía ya a quien acudir ni que método utilizar para eliminarlas, ya que había probado todo tipo de artimañas sin conseguir eliminarlas, hasta que un día se le ocurrió la idea de traer al gato más famoso por sus dotes como cazador de la ciudad.
El gato intento acabar con ellas pero le fue imposible, así que utilizó su ingenio.
En un momento dado de la procesión, en que todas estaban agrupadas, al gato le pareció que había llegado el momento de actuar, saltó de la camilla, y atacándolas acabó con todas ellas.
El noble dueño de la casa, se quedó perplejo de la sagacidad del gato que le había solucionado el gran problema de una forma tan ingeniosa, mandó conservar su historia en honor al gato, en piedra, podéis verla en el cimacio de un capitel del Claustro de la Catedral de Tarragona, justo el capitel que está antes de la puerta de acceso al interior del patio del claustro.