En su interior se celebraban las luchas entre gladiadores, también con fieras, cacerías, exhibiciones atléticas y también se llevaban a cabo ejecuciones públicas.
Al obispo Fructuoso y a sus diáconos Augurio y Eulogio, los quemaron vivos en el año 259, durante la persecución decretada por los emperadores romanos Valeriano y Galieno contra los cristianos.
En el siglo VI se construyó en su interior una basílica visigótica, sobre la cual se levantó la iglesia medieval de Santa María del Miracle. De estilo románico y planta de cruz latina, una sola nave y un ábside cuadrangular. La iglesia se mantuvo en pie hasta 1915.
Con un aforo de 15.000 personas, sus medidas son de 130x102 metros de forma elíptica.
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